La visita del Papa Francisco y el Patriarca Bartolomé I a Iznik para conmemorar el 1700 aniversario de este evento subraya la relevancia histórica y espiritual de Nicea.
(ZENIT Noticias / Roma, 16.05.2024).- En un significativo gesto de unión y conmemoración, el Papa Francisco ha anunciado su intención de visitar Turquía el próximo año, coincidiendo con el aniversario del Concilio de Nicea. El anuncio fue hecho por el Patriarca Bartolomé de Constantinopla durante su visita a Lisboa el jueves 15 de mayo.
El Patriarca Bartolomé explicó que el Papa Francisco tiene el deseo de celebrar conjuntamente este importante aniversario. «Su Santidad el Papa Francisco desea celebrar juntos este importante aniversario y planea venir a nuestro país para visitar el Patriarcado de Constantinopla. Luego, viajaremos juntos a Nicea, en Iznik, para una celebración histórica de este aniversario», dijo el líder ortodoxo.
El Concilio de Nicea, celebrado en el año 325, es considerado el primer concilio ecuménico de la Iglesia y tuvo un impacto profundo en la historia del cristianismo, al establecer el Credo Niceno y abordar cuestiones cruciales sobre la doctrina cristiana. La visita del Papa Francisco y el Patriarca Bartolomé I a Iznik para conmemorar el 1700 aniversario de este evento subraya la relevancia histórica y espiritual de Nicea.
Además, Bartolomé I mencionó que se está formando un comité organizador del encuentro, compuesto por representantes católicos y ortodoxos, que se reunirá próximamente para planificar los detalles del evento. También indicó que el Vaticano se pondrá en contacto con el gobierno turco para coordinar la visita papal.
Renascença, el medio que informó sobre esta noticia, contactó con la oficina de prensa del Vaticano, desde respondieron que todavía no se ha recibido ninguna información oficial sobre los viajes del Papa para el próximo año. Sin embargo, la posibilidad de esta visita ha generado expectación y entusiasmo.
La visita del Papa Francisco a Turquía para el aniversario del Concilio de Nicea no solo representa un homenaje a un evento crucial en la historia del cristianismo, sino también un importante paso hacia el fortalecimiento de las relaciones entre las iglesias católica y ortodoxa.