La erosión del prestigio de México

Gina Cruz Blackledge

Desde que este gobierno canceló el Fideicomiso ProMéxico, dio una preocupante señal del alejamiento de México de los principales foros internacionales. A la cancelación de las actividades de promoción de los intereses de nuestro país siguió la negativa reiterada del presidente López Obrador de asistir a foros internacionales del más alto nivel como Davos o la ONU.

Los constantes conflictos con naciones democráticas, los desencuentros con España, Panamá, Bolivia, Perú o Ecuador no son episodios aislados, sino parte de una política exterior que se basa en una agenda fuertemente ideologizada de apoyo a gobiernos dictatoriales. Ya no es un secreto la entrega de petróleo a Cuba o la contratación de médicos convertidos en agentes de propaganda. Las simpatías del régimen hacia Venezuela, Rusia o China son inocultables.

Nunca en nuestra historia diplomática, tres cónsules habían sido declarados personas non gratas en un sexenio: Bolivia, Perú y más recientemente Ecuador, han puesto en evidencia la aplicación pragmática e ideologizada de los principios de política exterior consagrados en la Doctrina Estrada. La Doctrina ha sido manipulada a conveniencia, para intervenir abiertamente en procesos políticos internos de otros países y para defender rabiosamente la maltrecha soberanía nacional ante cualquier crítica del exterior.

Tal vez el mayor golpe al prestigio de México en el mundo sea el avance visible y constante de los grupos criminales, bajo la estrategia de “abrazos y no balazos” que ha llevado a territorios sin ley. La más reciente historia de horror tuvo como protagonistas a dos surfistas australianos y a un surfista norteamericano que fueron asesinados, de forma artera en Ensenada, Baja California, para supuestamente robar los neumáticos de su camioneta.

Durante 2023 el turismo internacional creció un 10 por ciento, gracias a la privilegiada posición geográfica de nuestro país y a la providencial hospitalidad de las y los mexicanos. Ha sido la hospitalidad la nota visible de nuestra capacidad de atracción turística: quienes vienen a nuestro país reciben un trato amigo, usualmente de la mejor calidad. Pero esta hospitalidad se enfrenta hoy a severas limitaciones presupuestarias, derivadas de la más reciente reforma que desvía el dinero recaudado por los ingresos fiscales de turistas que realizan actividades económicas a una empresa del Ejército para obras de infraestructura. Con este desvío de recursos el gobierno demuestra que no le da la prioridad debida a la actividad turística, sino a obras inviables destructoras de nuestro ecosistema.

A la depredación de recursos. se suma el nulo presupuesto asignado a los pueblos mágicos y la casi nula inversión en infraestructura turística o en el extremo, la destrucción del otrora portentoso Acuario de Veracruz o la equivocada estrategia para recuperar el atractivo del Puerto de Acapulco después de Otis, que ha llevado a que miles de turistas emigren a otros destinos, mientras el puerto se sume en una ola incontenible de extorsión, clientelismo y violencia.

La imagen que hoy estamos proyectando hacia el mundo es preocupante: una nación que transita gradualmente hacia una dictadura unipersonal, en la que los ataques a la prensa son el pan de cada día y en el que el intento de desmontar el sistema de pesos y contrapesos es constante y salvaje. Hemos perdido al Congreso de la Unión, sumido en una dinámica de mayorías artificialmente creadas que solo rinden cuentas al Poder Ejecutivo, y hoy estamos en tránsito de destrucción del Poder Judicial, con la extinción de sus fideicomisos y con la propuesta de elegir de forma directa jueces, magistrados y ministros.

Pero la nota visible de cara al mundo es la violencia descomunal que se vive en el país, con un récord, ya hacia el final del sexenio de 200 mil personas asesinadas, con miles de migrantes muertos en su ruta por México y con el asesinato de turistas que veían a nuestro país como un paraíso de hospitalidad y amistad. Hoy estamos en el muy escandaloso y lamentable primer lugar en el índice de crimen organizado global. El gobierno de los Estados Unidos ha emitido diversas alertas de viaje debido a la alta inseguridad que se vive en nuestro país, y en mayo, 8 países emitieron alertas de viaje para todos los estados fronterizos y para varios estados más.

Para quienes migran, transitar por México se ha convertido en una trampa mortal, para las y los mexicanos, nuestro país está lleno de zonas sin ley en las que no se puede entrar y hoy, a raíz de los arteros asesinatos de los turistas en Ensenada, donde las vacaciones en México se pueden convertir en una trampa mortal. Los dichos presidenciales según los cuales no ha aumentado la violencia sino los homicidios, son la clara señal del cinismo e irresponsabilidad con la que se tratan actualmente asuntos de Estado.

La política exterior activa, estratégica y congruente es la clave para dar prestigio y credibilidad a una nación. Hoy México ha dado pasos hacia atrás en materia de confianza, seguridad, respeto al Estado de derecho y paz. El asesinato de los turistas en Ensenada no es un hecho aislado, sino la clara señal de la descomposición que hoy vivimos, descomposición que cuando llega al turismo golpea de frente a una actividad que en 2023 aportó al país más de 30 mil millones de dólares y que, si entra en crisis, representaría un riesgo enorme para nuestras finanzas.

Senadora por Baja California.

Presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte.

@GinaCruzBC

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