Palabras del Papa Francisco a una delegación del «Catholic Philanthropy Network» (FADICA)
(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 11.11.2024).- Por la mañana del lunes 11 de noviembre, en la Sala de los Papas del Palacio Apostólico, el Papa Francisco recibió en audiencia a una Delegación del “Catholic Philanthropy Network«. Se trata de la red filantrópica católica líder de fundaciones y donantes que apoyan las actividades e iniciativas católicas. La sede de esta red se encuentra en Washington. Ofrecemos a continuación la traducción al castellano de las palabras del Papa:
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Me complace darles la bienvenida a ustedes, miembros de la Red Filantrópica Católica, con ocasión de su peregrinación, simposio y retiro en la Ciudad Eterna. Espero que estos días de reflexión y oración junto a las tumbas de los Apóstoles y los Mártires aumenten su amor por la Iglesia y su dedicación a la difusión del Evangelio, al servicio del Reino de Cristo, un Reino de santidad, justicia y paz.
Recientemente, como saben, la Iglesia ha estado comprometida en un proceso de reflexión sobre su naturaleza de comunidad «sinodal», fundada en nuestra común dignidad de bautizados y en la corresponsabilidad de su misión; y ello mientras afrontamos un momento de cambio de época, con sus consecuencias para el futuro de la familia humana. Les agradezco especialmente el apoyo que prestan a las oficinas de la Santa Sede, que tratan de discernir los signos de los tiempos y ayudan a la Iglesia universal a responder con sabiduría, caridad y previsión a las necesidades y desafíos del presente. Al mismo tiempo, les agradezco su apoyo silencioso a tantas iniciativas que enriquecen la vida y el apostolado de la Iglesia en Estados Unidos. Gracias, muchas gracias.
Como «red», FADICA es sinodal por naturaleza, y se apoya en la visión común, la dedicación y la cooperación de muchos individuos, muchas familias y muchas fundaciones. Pido que este espíritu de solidaridad y generosa preocupación por los demás se nutra siempre de un sentimiento de gratitud por los abundantes dones que el Señor nos ha concedido, y de una experiencia cada vez más viva del poder transformador de su amor. Porque el amor siempre transforma, cambia las cosas, transforma.
Los encomiendo a este amor que todos llevamos dentro y que debemos hacer brotar, amor revelado en el Sacratísimo Corazón del Salvador, y rezo para que ustedes y todos los miembros de la Catholic Philanthropy Network sigan «viviendo la alegría de intentar comunicar el amor de Cristo a los demás» (Carta Encíclica Dilexit nos, 216). Los bendigo a ustedes y a sus familias; y, por favor, no olviden rezar por mí. Recen por mí, ¡pero recen for, no against, for!