Jesús Álvarez del Toro // OTRA VEZ LA REFORMA JUDICIAL

ENTRE LA IRONÍA Y LA REALIDAD

         Los únicos humanos con la sapiencia interpretativa de la jurisprudencia, demostrando su infinito amor a nuestro país, nos han dado una mayúscula lección de nacionalismo al declarar que sólo ellos, única y exclusivamente, ellos; son los tocados por el derecho divino para saber lo que le conviene jurídicamente a este pedazo de macizo continental y algunas pequeñas islas, llamado México.

         Inentendible para el simple mortal la jerga hermenéutica del derecho y su relación con la justicia, nos hacen ver el terrible error que muchos millones de mexicanos estamos cometiendo al apoyar la reforma, ya aprobada, al poder judicial, del cual ellos fueron (sí, en pasado) los defensores a ultranza de las perlas justicieras que nos endilgaron a todos los mexicanos.

         De entre esas perlas, sobresalen las sentencias a favor de quienes no quieren -por gusto o por capricho-, pagar impuestos; de la misma manera han liberado a delincuentes de alta peligrosidad, porque los feroces y sanguinarios agentes de la ley que los detuvieron atentaron en contra de sus “sagrados” derechos humanos; y qué decir de las cuentas multimillonarias de viles ladrones (llamados de cuellos blanco) que han liberado a favor de los mismos para que puedan vivir en tranquilidad con su familia, por cuatro o cinco generaciones más.

         La “alteración sustancial” de los controles y equilibrios que los mercados internacionales requieren para invertir en nuestro país, traen como consecuencia que esas inversiones busquen nuevos horizontes en el amplio panorama mundial provocando con ello, carencia de fuentes de empleos. Todo por la terquedad de unos cuantos millones de “malos” mexicanos, apátridas, a los que de pronto se les ocurrió atentar en contra de un sistema de justicia perfecto y que había costado mucho esfuerzo construir.

         Teóricos novedosos de la nueva jurisprudencia como Lorenzo Córdova Vianello, hijo -quién lo creyera- del apátrida Arnaldo Córdova, sustentan tesis jurisprudenciales que son un verdadero monumento a la inmortalidad de la ley, la justicia y la imparcialidad.

Los golpistas del poder judicial exhibieron supuestas facultades legales, a través de jueces, magistrados y ministros, con el propósito malsano de detener el proceso legislativo y qué decir de los opinólogos de la televisión comercial, los que se desgañitaban previendo para el país una catástrofe de consecuencias lamentables.

Y peor aún y ya en la realidad, cuanta torpeza cometida en aras de defender privilegios y negocios sucios anclados al interior del poder judicial, al extremo de solicitar auxilio en el extranjero para que vengan en apoyo de una causa perdida por la indolencia de un poder que estuvo en manos de los poderosos.

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JESÚS ÁLVAREZ DEL TORO

Jesús Alvarez del Toro, licenciado en Historia. Director del Museo de Zamora, Cronista de la ciudad de Zamora.

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