Este pueblo francés, cerca de la frontera con Italia, tiene una estrecha relación con México y aquí te la contamos
Barcelonnette es un pueblo francés ubicado entre los Alpes de Alta Provenza, en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, también conocido como «Barcelona de la Provenza», pero, sin duda, su apodo más particular es «La mexicana«.
A pesar de que el nombre de esta localidad podría remitir a Cataluña o España, en realidad, la conexión con la que sobresale es con México, lo que es visible gracias a múltiples elementos, y ante la historia que se ha trazado por más de 100 años.
De acuerdo con el INSEE (Institut National de la Statistique et des Études Économiques), Barcelonnette es habitado por más de 2,600 personas en promedio. Pequeño, pero con muchas curiosidades a partir de una particular relación con nuestro país.
¿Por qué Barcelonnette es ‘tan’ mexicano?
La enigmática historia de un lugar, y en este caso, que vincula a más de una nacionalidad, figura como un rompecabezas en donde cada parte tiene una simbología en particular, y aunque a veces, algunas piezas pueden andar perdidas y ser descubiertas años más tarde, los indicios y las interconexiones suelen ser clave.
La historia de Barcelonnette, también es parte de la historia del México moderno y, como toda narrativa migrada entre voces y versiones, se cree que todo inició con tres hermanos barcelonnettes de apellido Arnaud, que llegaron a México en 1820, en búsqueda del éxito en el ambiente empresarial, por medio de su almacén “Las siete puertas”.
Esta historia se repitió una y otra vez con familias del Valle del Ubaye (que rodea Barcelonette), que deseaban correr con la misma suerte, y encontrar la fortuna en tierras mexicanas, enfocándose principalmente en el comercio textilero.
Entre 1850 y 1950, aproximadamente 5,000 franceses oriundos de Barcelonnette migraron a México. El fenómeno se intensificó con la llegada de Maximiliano de Habsburgo y, años después, la presidencia de Porfirio Díaz, profundamente influenciado por la cultura francesa.
Aunque estos nuevos negocios iniciaron con un perfil bajo, algunos de ellos tomaron tal impulso, que se mantienen vigentes hasta la fecha, tal es el caso de El Puerto de Liverpool, El Palacio de Hierro, Las Fábricas de Francia, entre otras.
De acuerdo con diversos historiadores, este evento fue muy importante para la economía en México y para finales de siglo XIX los franceses ya controlaban el 70% del comercio textil del país.
Problemáticas sociales e inestabilidad (como la Revolución mexicana), provocaron que miles de franceses regresaran a Barcelonnette y, con ellos, diversas tradiciones, usos y costumbres que habían adoptado de la cultura mexicana, por lo que el pequeño poblado fue experimentando una especie de mezcla cultural.
La fortuna mexicana visible en las mansiones de Barcelonnette
Las famosas “Mansiones Mexicanas” de Barcelonnette, fueron bautizadas bajo este nombre por la historia que arrastraban respecto a las fortunas que múltiples emigrantes generaron en tierras mexicanas. Son consideradas lujosas casas de verano y actualmente se cuenta con 51 residencias en Barcelonnette y 18 en la población vecina de Jausiers.
La mansión más famosa de Barcelonnette es la Villa Bleu, considerada como patrimonio del siglo XX por el Ministerio de Cultura Francés, y que por medio de sus colores en vitrales y azulejos, nos recuerdan como cada detalle es parte de la historia de un lugar.
Existen otras mansiones con nombres muy alusivos a México, como la Villa de Durango, la Villa de Puebla, así como la de Morelia, pero este tipo de nombres no solo se quedan en las residencias, también hay avenidas, plazas, e incluso fechas festivas en Barcelonnette con la esencia del país azteca.
Avenida Porfirio Díaz: una de las más bellas
Mejor conocida como la Avenue Porfirio Díaz, que desde luego, tiene una correlación directa en cuanto a la historia de nuestro país. Fue en 1907 cuando el alcalde
de Barcelonnette le pidió su permiso al presidente mexicano para ponerle su nombre a esta avenida, una de las más populares de esta localidad, y también, considerada como una
de las más hermosas.
Recordemos que Francia fue el último lugar en el que el ex presidente Díaz se refugió tras renunciar a la presidencia de México (posterior a sus 30 años de mandato), y a decir de los expertos, bautizar de esta manera una avenida tan popular, fue acto de agradecimiento por las fortunas que muchos franceses hicieron durante su mandato.
Barcelonnette celebra a México
Todos los veranos, sin excepción, es posible apreciar las calles de este pueblo con banderas mexicanas y música de mariachis, el componente perfecto para enaltecer el folclor mexicano celebrado del otro lado del mundo.
La festividad es el Festival Latino-Mexicano y se lleva a cabo durante una bella tarde del mes de agosto, en donde entre trajes de charros, con grandes sombreros alusivos a la festividad, se pueden disfrutar de exposiciones y desfiles que celebran la herencia mexicana en esta población europea.
Plaza Valle de Bravo y su emblemática historia
La primera plaza emblemática de este pueblo, se llama Valle de Bravo, lo que hace referencia total a México, específicamente a la población del Estado de México, con la que este pueblito se vinculó en el 2004.
Pero el homenaje no solo se vive por medio de los lugares, las calles, los colores o la música, muchos residentes de Barcelonnette hablan muy bien el español, y se encargan de transferir sus conocimientos en el idioma a las generaciones más recientes.